Seguro que lo has oído más de una vez: "La agencia de certificación no importa, lo importante es el instructor".
Tiene sentido pensar que un buen instructor puede hacer una gran formación independientemente de la certificadora con la que trabaje. Pero, ¿realmente es así?
¿Un instructor tiene total libertad para enseñar como quiere? ¿O es la certificadora la que marca los límites de lo que puede y no puede hacer?
Vamos a verlo.
🔹 La certificadora hace al instructor
Un instructor no nace sabiendo cómo enseñar. Aprende de su propia formación, de sus instructores y, sobre todo, de los estándares que le exige su certificadora.
Si la agencia de certificación no le pide que tenga control de su flotabilidad antes de convertirse en instructor, ¿cómo va a enseñárselo a sus alumnos? Si le permiten hacer todos los ejercicios de rodillas en la arena, ¿cómo va a enseñar a bucear con control y estabilidad en el agua?
Un instructor solo puede enseñar lo que le han exigido dominar. Y si la certificadora no le ha exigido nada más que lo básico para pasar un examen, sus alumnos recibirán exactamente esa misma formación: lo mínimo.
La realidad es que la certificadora moldea al instructor, y el instructor, a su vez, moldea a sus alumnos.
🔹 Los límites de la enseñanza
Muchos instructores intentan dar lo mejor de sí mismos, pero no pueden salirse del marco que impone su certificadora.
📌 Si el estándar dice que un alumno puede ser certificado sin demostrar un control real de flotabilidad, el instructor no puede exigirlo.
📌 Si la certificadora permite completar un curso en un fin de semana, el instructor tiene que ajustarse a ese tiempo.
📌 Si la metodología de enseñanza se basa en hacer los ejercicios de rodillas, los alumnos nunca aprenderán a realizarlos en una posición realista.
El problema no es el instructor. Es la certificadora que ha decidido que esto es suficiente.
🔹 ¿Qué tipo de buceador estás formando?
La diferencia entre certificadoras se nota en el resultado final: los buceadores que forman.
Si una agencia permite enseñar con estándares bajos, sus alumnos serán buceadores que apenas controlan su flotabilidad, que dependen del instructor para todo y que no han aprendido a desenvolverse con seguridad en el agua.
En cambio, una certificadora que exige un nivel más alto en sus instructores formará buceadores que saben controlar su flotabilidad desde el primer día, que comprenden la importancia de la planificación y que tienen las habilidades necesarias para desenvolverse con autonomía.
Un instructor que ha aprendido a hacer todo de rodillas no puede enseñar otra cosa que no sea bucear de rodillas.
Y así es como una mala certificadora genera buceadores con malos hábitos desde el inicio.
🔹 El valor de las agencias técnicas en el buceo recreativo
Las agencias de buceo técnico han tenido una gran influencia en la mejora de la formación de buceadores recreativos.
Enseñanzas que antes solo se veían en el buceo técnico, como:
✅ Mantener una posición estable y controlada en todo momento.
✅ Planificar el gas con márgenes de seguridad reales.
✅ Resolver problemas sin estrés y de manera eficiente.
✅ Usar un equipo configurado para la comodidad y la seguridad.
Han ido ganando terreno en el buceo recreativo gracias a instructores que han buscado algo más que lo básico.
Si podemos aprender de estas metodologías para formar buceadores más preparados, ¿por qué conformarnos con certificadoras que no exigen lo mejor de sus instructores?
🔹 Factores que influyen en la elección de una certificadora por parte de un instructor
1️⃣ Estructura y estándares de formación
- Algunos instructores prefieren certificadoras con estándares más exigentes, que requieren un dominio real de habilidades como flotabilidad, planificación y control del gas.
- Otros pueden optar por agencias más flexibles, con requisitos mínimos que faciliten la certificación rápida de alumnos.
2️⃣ Metodología de enseñanza
- Algunas agencias fomentan la enseñanza en flotabilidad neutra desde el principio, mientras que otras permiten realizar ejercicios de rodillas.
- Las certificadoras técnicas han influido en muchas recreativas para mejorar la metodología de enseñanza.
3️⃣ Reconocimiento y alcance internacional
- Hay certificadoras con una gran presencia global, lo que facilita a los instructores encontrar trabajo en cualquier parte del mundo.
- Otras agencias más pequeñas pueden ofrecer programas más especializados, aunque con menor reconocimiento.
4️⃣ Coste de certificación y renovación
- Cada agencia establece sus propios precios para certificaciones, cuotas anuales y materiales didácticos.
- Algunas ofrecen certificaciones más accesibles, lo que puede ser atractivo para instructores que inician su carrera.
5️⃣ Soporte y comunidad de instructores
- Algunas certificadoras tienen comunidades activas que fomentan la formación continua y la mejora de los instructores.
- Otras pueden ser más cerradas, con menos apoyo a sus instructores tras la certificación inicial.
6️⃣ Enfoque en la seguridad y desarrollo del buceador
- Hay agencias que promueven un aprendizaje más profundo y progresivo, enfocándose en la seguridad y la autonomía del buceador.
- Otras pueden priorizar la rapidez en la certificación, sin dar tanta importancia al desarrollo de habilidades a largo plazo.
7️⃣ Facilidad para trabajar con centros de buceo
- Algunos instructores eligen la certificadora que más usan los centros donde quieren trabajar, por conveniencia.
- En algunos casos, los centros solo aceptan instructores de una determinada certificadora, lo que limita la elección.
8️⃣ Disponibilidad de materiales de enseñanza
- Algunas agencias ofrecen manuales digitales, plataformas online y herramientas didácticas modernas.
- Otras siguen usando materiales más tradicionales o limitados en ciertos idiomas.
🔹 Conclusión
No, no todas las certificadoras son iguales.
Por muy bueno que sea un instructor, si la agencia que lo certificó no le exigió ciertos estándares, no tendrá las herramientas para enseñar más allá de lo que le permitieron aprender.
La certificadora hace al instructor.
El instructor hace al buceador.
Y si queremos buenos buceadores, todo empieza en la certificadora que elegimos. Si de verdad queremos formar buceadores competentes, capaces y seguros, la certificadora sí importa.
¿Falacia?: "La agencia de certificación no importa, lo importante es el instructor"